¿Buscas un pueblito en lo alto de la montaña, repleto de artesanías, tradición y color a donde sea que voltees y, además, muy cerca de una de las maravillas naturales más imponentes que tus ojos mirarán alguna vez? Ese lugar existe y se llama San Cristóbal de la Casas. Vamos, te va a encantar.
Este pueblo mágico perteneciente al estado de Chiapas, posee una riqueza cultural invaluable que se hace presente en cada paso que das. Sus pintorescos callejones te harán sentir como en una cápsula del tiempo y su diversidad étnica junto con su arquitectura colonial, lo vuelven el escenario idílico para los amantes del arte.
Para llegar a San Cristóbal, debes viajar primero a la ciudad de Tuxtla Gutierrez, capital de Chiapas. Ya sea en auto o en avión, Tuxtla es el punto de partida para ir rumbo a San Cristóbal. ¡Pero no tan rápido! ya que estás por Tuxtla, ¿por qué no aprovechar para explorar los alrededores? No puedes dejar pasar la oportunidad de ir a admirar una de las bellezas naturales que más impactará tus sentidos, se trata de una falla geológica denominada El Cañón del Sumidero.
Este enorme acantilado de una altura de casi mil metros, se extiende por 32 kilómetros sobre el río Grijalva y alberga una enorme cantidad de biodiversidad, incluidas especies en peligro de extinción. La mejor forma de explorar este gigantesco paraje es tomar alguno de los tours que se ofrecen en el embarcadero de Chiapa de Corzo, donde te llevarán a navegar sobre las aguas del Grijalva y desde donde podrás apreciar majestuosas vistas, algunas cuevas y cascadas, y desde luego la vida silvestre en su hábitat natural. En algunos puntos durante el trayecto, el estrecho cañón te hará sentir tan minúsculo en medio de las caprichosas montañas, que tan solo contemplar el cielo desde la lancha, ya es toda una experiencia en sí misma.
Si ya estás listo para partir, ahora sí, es momento de conducir 46 kilómetros cuesta arriba hacia San Cristóbal. Y de aquí en adelante, este lugar no necesita mayor explicación, basta con decirte que te pierdas por todos sus callejones, compra un café calientito y explora cada rincón de sus iglesias plazas y mercados, elige algún museo para complementar tu visita, captura muchas fotos de su arquitectura y sobretodo, llena tu memoria de recuerdos imborrables.
Sin duda el punto neurálgico del pueblo es la plaza principal donde encontrarás la Catedral, el quiosco y otros edificios históricos. Después de conocer sus monumentos religiosos, ve a los mercados de artesanías donde tu mayor desafío será decidir qué comprar. Importantísimo, no dejes de consentirte con la gastronomía que podrás degustar aquí, y es que San Cristóbal ha atraído tanto a viajeros de paso como a huéspedes permanentes que quedaron cautivados por este pueblo, algunos de ellos provenientes de otros continentes debido al encanto del lugar, por lo que encontrarás desde la comida típica de la región como restaurantes de cocina internacional.
Aunque lo más recomendable es hospedarte en el centro para poder explorar a tu gusto el pueblo, una buena alternativa es alojarte en alguna cabaña en las afueras para disfrutar del clima frío y húmedo y así, estar más en contacto con la naturaleza. La oferta hotelera es muy amplia y original, así que seguro encontrarás algo que se adecue a tus necedades.
Si dispones de más tiempo, puedes escaparte un día a San Juan Chamula, un pueblo de raíces prehispánicas en donde algunas costumbres siguen muy arraigadas hasta hoy en día. Revisa el calendario para saber de los eventos que se llevan a cabo cada año, como el carnaval o la fiesta del fuego, en donde se desarrollan rituales, ceremonias, danzas, juegos y por supuesto está lleno de algarabía.
San Cristóbal es perfecto para una escapada romántica o para una visita breve para desconectarte de la rutina. No desaproveches la oportunidad de ir y sumergirte en uno de los pueblos donde el folclor y la cultura mexicana se encuentran más palpables que en ningún otro sitio. Recuerda llevar ropa abrigadora, ya que por la altura las temperaturas suelen ser bastante bajas, lo que hace este sitio aún más encantador. Las razones para planear una visita a San Cristóbal bastan y sobran, así que no lo pienses más, alístate y que comience la aventura