El periodo de alarma por el que ha transitado el turismo nos ha dado muestras contundentes que ante la crisis mundial ha sido el más afectado. Así se señala en el artículo publicado por la Organización Mundial del Turismo (OMT) acerca del plan de acción para mitigar el impacto socio-económico de la COVID, donde se asegura, además, que el turismo es el mayor motor de fuentes de empleo para los grupos más vulnerables así como para mujeres y jóvenes.
En el informe se da a conocer que reintegrar la actividad turística y su buen manejo ante esta dificultad y estado de alarma, reflejará que a mediano plazo el turismo verá recuperado su efecto multiplicador en la economía de varios sectores y serán visible nuevamente los beneficios en el área social. No hay que olvidar que el turismo es un sector resiliente que ha demostrado en varias ocasiones que ha sabido recuperarse de crisis políticas, sociales e incluso fenómenos naturales de grandes proporciones.
La publicidad «boca a boca»
Según Nielsen Holdings, empresa reconocida de líderes en el sector de la mercadotecnia e información del consumidor, ¨»el 84% de los consumidores alrededor del mundo confía en las recomendaciones de boca en boca por parte de amigos y la familia, por encima de las demás fuentes de publicidad¨». (Nielsen, Buenos Aires, 2013)
En la parte práctica, el sector turístico se vio mermado desde todos los puntos de vista posibles, desde el alojamiento a la restauración informal de muchos sitios populares, así lo señala el artículo de la OMT en su página oficial, «el impacto es tanto económico como social, y afecta los medios de vida de los trabajadores y proveedores del turismo y el transporte, así como de sus familias y comunidades enteras».
Por ello, desde una perspectiva más propia y patriótica, la propuesta desde mi punto vista es ser embajadores de nuestro territorio, haciendo uso de la publicidad «boca a boca», porque en la mayoría de países, la libre circulación dentro del área nacional está aprobada y con ello la posibilidad de ser embajadores de nuestra marca ciudad, es decir, ser nuestra bandera allá a donde vayamos, porque somos actores principales y promotores de aquellos establecimientos turísticos que están a la espera de retomar actividades.
El concepto del «boca a boca» incluye detalles que pueden quedar grabados en la mente de aquellos que nos escuchan: un caso práctico, conocido y bueno para imitar es el de los peruanos, ya que ellos están conscientes y orgullosos de su gastronomía (y cómo no estarlo), pero lo peculiar es que cada uno de sus ciudadanos se volvió una campaña de promoción activa, apropiándose de su identidad y comunicándola con seguridad.
Por eso debemos ser embajadores de nuestro territorio, porque cada ciudad de cada país es especial con su estilo pintoresco, comida tradicional o poco convencional o ya sea por su dialecto. Cada uno de los territorios son únicos a pesar de formar parte de un mismo país, por ello ahora que nuestros emprendedores, negocios y territorios nos necesitan, sintámonos orgullosos de hablar de lo único y sin igual que es nuestra ciudad, nuestro plato favorito o nuestro spot favorito, porque esa vehemencia y pasión puede resonar en la mente de los demás y quizá se animen a visitar y al fin lograr reactivar algo tan bonito y mágico como es el turismo.