En la naturaleza, una simbiosis es la interacción estrecha entre dos organismos para beneficiarse mutuamente en su desarrollo vital. Hablando de turismo e investigación, este pequeño texto hace alusión a la necesidad de realizar investigación de carácter científico o académica para la correcta aplicación de planes de turismo e intervenciones turísticas en determinadas regiones, es decir, conocer el contexto donde se va a desarrollar la actividad turística para que esta sea realmente beneficiosa sosteniblemente.
Bien menciona Quintero (2014), que en turismo, al igual que en cualquier otra actividad, es necesario que exista una investigación científica previa, que corrija, oriente y marque las pautas para un correcto desarrollo del turismo que sea planificado, integrado, abierto, dimensionado, participativo, duradero y viable.
El problema con la investigación en turismo del Ecuador, es que muchas veces se vuelve utópica, se plantean cosas muy bonitas que al final del camino no se logran, un caso de ello es el PLANDETUR 2020, tal situación se puede atribuir al menos a dos aspectos que mencionaremos a continuación.
El PLANDETUR, fue concebido como la línea base sobre la que debería desarrollarse el turismo en el país hasta el año 2020, la causa de su fracaso fue, por una parte, que los recursos económicos que se le habían asignado, fueron desviados, y por otro lado, no existió una verdadera investigación de base que involucrara a los actores de la escena turística de los sitios de interés, si bien existieron entes y organismos participantes en su desarrollo, no fue un trabajo abierto que permitiera adherir a las personas idóneas y no solo a los “dueños de la verdad” de las instituciones involucradas.
Otro de los casos de falta de investigación, se puede observar en la Ruta del Spondylus, la investigación de línea base desarrollada descuidó que el Spondylus se encuentra en veda todo el año. Históricamente el Sponsylus era considerado como un manjar gastronómico, a tal punto de ser considerado “comida de Dioses”. Cuando el turista piensa en recorrer esta ruta, seguramente desea degustar dicho marisco, acción imposible por la prohibición de captura. Quizá desde la visión del marketing descuidaron este aspecto.
La investigación no es algo que se realice porque sí, se la realiza por una parte, para generar los insumos necesarios que le digan al investigador qué hacer, cómo hacerlo y cuándo hacerlo, de manera que, se desarrolle un trabajo de forma correcta, se cumpla con los objetivos que se planteen y beneficiar a todos los participantes. En este escenario, las universidades y centros de formación profesional juegan un papel importantísimo en la generación de investigación e investigadores, lastimosamente, basta hojear los programas educativos para ver la poca importancia que se da a la investigación en turismo, a diferencia de entes internacionales que buscan potencializarla.
Aunque como se ha dicho antes en este medio, el turismo no es ciencia, sino más bien un fenómeno social, esta condición no impide que se realice investigación desde la óptica o línea que decida el investigador, lo importante aquí, es que la investigación se genere previo a cualquier decisión que se precise tomar con relación a la práctica turística.