Nuestro presente, en la era de la información, trajo consigo grandes cambios en lo cotidiano. Muchos de ellos han desplazado costumbres generacionales, provocando una variación que a día de hoy se encuentran en constante movimiento, relevando novedades en todos los ámbitos.
Si realizamos algo de retrospectiva, desde hace años, el turismo se ha vinculado estrechamente con la digitalización. Posicionándose como uno de los pioneros en dar el salto tecnológico al mundo de los sitios web 2.0. Esto significó en mayor medida un punto de inflexión y transición para las agencias de viajes físicas hacia las plataformas online. A día de hoy podemos denotar que la norma es explorar sitios de descanso, y programar nuestro tiempo de ocio, a través de aplicaciones móviles, y páginas de internet, fielmente adaptadas a las demandas de contexto.
Imaginemos esto mismo: acabamos de llegar a nuestro destino de vacaciones, Ipso facto, el alojamiento recibe la alerta y se encarga de preparar el recibimiento. Y no, no fuimos nosotros ni la agencia de viajes, sino la tecnología IoT (Internet de las Cosas) en acción. Esta innovación, mejorada con la inteligencia artificial, viene marcando el rumbo del sector turístico con el propósito de brindar experiencias únicas. Lo mismo sucede mientras esperás en el aeropuerto. El hotel puede encargarse de gestionar un servicio de traslado. O, en su lugar, podés optar para que reciban tu equipaje mientras te unís a una primera visita guiada por la ciudad. Esta misma oferta, en muchas ocasiones, ya te la presenta el hotel, apenas bajás del avión.
Los nuevos avances, como la mencionada IoT, o los chatbots, se vienen destacando como pilares de gran uso en la industria. El chatbot, en particular, trata de un software de inteligencia digital, con la habilidad de simular una conversación con una persona. Ya sea realizando reservas o manejando inquietudes de clientes insatisfechos, este chat virtual se torna en una herramienta versátil al servicio de funciones básicas. Comprendiendo que esta metamorfosis va más allá del 2.0, y a su vez es acompañada de otras dos grandes bases que arribaron un tiempo después para el servicio común, y que sirven para entender el contexto que vivimos actualmente. La realidad virtual y la realidad aumentada. Pasaré a explicar algunas de sus funciones.
Cuando hablamos de realidad aumentada, un elemento tan preciado y trabajado en la actualidad, hacemos referencia a las capas de información agregadas a nuestra realidad tangible. El ejemplo notorio para esto son las cámaras de nuestros smartphones, que ya sea al enfocar un monumento, museo o algún establecimiento histórico, nos brinda una serie de datos adicionales que se exponen al momento, gracias al GPS integrado y a la conexión de internet. Dejando al descubierto una ventana a la información desconocida, que nos va a permitir complementar lo que estamos vivenciando. Aunque su principal desafío radica en la necesidad de la dependencia en la conectividad. Especialmente cuando nos encontramos en el extranjero, con los movimientos en el roaming de datos.
La realidad virtual, por otro lado, nos ofrece inmersiones completas en entornos recreados, que llegan a trascender las limitaciones geográficas. Ciudades enteras, ríos y playas se vuelven accesibles de poder ver desde la comodidad de nuestros hogares. A través de los dispositivos de RV, cualquier usuario puede transportarse instantáneamente a destinos remotos, explorar atracciones turísticas y sumergirse en entornos culturales sin salir de la comodidad propia. Esta tecnología no solo brinda a los potenciales turistas la oportunidad de planificar y visualizar sus viajes de manera más realista, jugando un papel crucial a la hora de la planificación, sino que también permite vivir la experiencia a aquellos que de otro modo les serían inaccesibles. Este factor ha emergido como otra de las innovaciones que ayudan a ampliar los límites de la imaginación de ambas partes (oferta y demanda), redefiniendo la forma en que las personas se interesan, experimentan y disfrutan el turismo.
También es importante tener en cuenta un análisis hecho por parte del Observatorio Vodafone (2019) que explica los beneficios exponenciales que fueron consecuentes a la incursión de la inteligencia artificial en las grandes empresas dedicadas al sector.
Las compañías de renombre consultadas en la investigación del Observatorio resaltan la primordialidad de los sistemas de seguridad (68%) como la tecnología de mayor relevancia en sus estructuras, superando a la conectividad (64%), el Internet de las Cosas (35%), los servicios en la nube (33%) y la ‘inteligencia de datos’ (32%). Muchos de estos impactos significativos en los últimos años se atribuyen por cómo fueron moldeando al mercado el uso de la IoT y los chatbots.
Las virtudes de la IA son innegables. Favorecen la optimización de los recursos, gracias al manejo de datos, en el cual principalmente la oferta puede conocer con exactitud lo que busca un turista y proporcionárselo de una manera mucho más radical que de costumbre.
Cada avance agrega una nueva dimensión a nuestra experiencia de viaje. El turismo del siglo XXI se teje con los hilos de la realidad y la innovación. En cada clic, en cada aplicación, el viajero moderno descubre que la magia no solo está en los destinos, sino en la forma en que la tecnología revela sus encantos. El futuro de la actividad se perfila lleno de posibilidades y descubrimientos que están a la vuelta de la esquina junto a estas herramientas que van surgiendo y adaptándose, haciendo partícipe a todxs nosotrxs de los cambios que suceden y sucederán con el transcurrir del tiempo en este intrigante ciclo en el cual vivimos.
Bibliografía
- Observatorio Vodafone (España, 2019). Estadísticas y novedades. https://lab.vodafone.es/
- Red Hat (20 de enero de 2023). ¿Qué es el Internet de las cosas (IoT) https://www.redhat.com/es/topics/internet-of-things/what-is-iot
- Costa del Sol (Málaga, España). Inteligencia Artificial en el turismo: retos y oportunidades https://blog.visitacostadelsol.com/es/inteligencia-artificial-en-el-turismo