Según la OMT (Organización Mundial del Turismo) el turismo accesible es “aquel que pretende facilitar el acceso de las personas con discapacidad a los servicios turísticos”.
Bien sabemos que el mundo entero tiene derecho al descanso y disfrute de su tiempo de ocio. Pero muchas veces no se presentan las condiciones adecuadas para que esto suceda.
Es por ello, que es importante destacar la posibilidad de llevar adelante una planificación turística que tenga en cuenta a todos sus actores, involucrándolos en su diversidad, para lograr promover la igualdad y la inclusión mediante un turismo accesible.
Un turismo que trascienda, y que tenga como objetivo principal crear espacios turísticos integradores, es decir, desarrollados para que cada persona pueda disfrutarlos, bajo las mismas condiciones sin distinción alguna. Dejando de lado las diferencias y aceptando la diversidad.
Hoy en día es una cuestión que paulatinamente ha comenzado a tomar una mayor relevancia. El turismo accesible fue el tema planteado por la OMT durante el Día Internacional del Turismo en 2016. Además, desde allí, constantemente se enfoca en promover su desarrollo. Situación que puede verse reflejada, por ejemplo, en las recomendaciones sobre turismo accesible, o en su manual que establece principios, herramientas y buenas prácticas.
Para avanzar, es necesario que todos nos involucremos y lograremos que la inclusión turística se convierta en una realidad. Aún hay mucho por hacer, ya que cada destino requiere de un proceso de trasformación, que va mas allá de presentarse sólo como un atractivo turístico “accesible”. Y para que ello suceda, se debe tener en cuenta que esta condición tiene que estar presente desde el momento que se piensa en un viaje, hasta que se ha concluido. Considerando que es necesario trabajar en diferentes aspectos entre los que se pueden mencionar:
- Mayor capacitación de los trabajadores del sector.
- Elaboración información turística diversa (como la folletería en braille).
- Medios de transporte adecuados a las características individuales (ómnibus con rampas de acceso, descenso, comodidad, etc.)
- Alojamientos turísticos preparados para recibir a todos sus huéspedes (con habitaciones especiales, rampas acceso, información en braille, menú adaptados por ejemplo para celiacos, asistencia y cordialidad de los trabajadores).
- Desarrollo de actividades turísticas inclusivas, pensadas en la diversidad: haciéndolos participes.
Actualmente puede verse poco a poco, por ejemplo, en algunas playas las sillas anfibias para que todos puedan disfrutar del mar.
Solo creando conciencia sobre la importancia de trabajar en un turismo inclusivo, se desencadenarán decisiones y acciones en las que verdaderamente se logre una accesibilidad total. Aquellas que respeten los derechos de todo, como iguales y den lugar a la integración, la valorización, al crecimiento personal y colectivo.