El día se hace noche, las actividades se paralizan y las miradas del mundo se posan en el cielo. Las pequeñas sombras de nuestro insignificante ecosistema dejan de ser protagonistas para sumergirse en la colosal oscuridad satelital. El universo nos recuerda una vez más cuán pequeños somos ante su inmensidad. “Impactará extrañamente en la conducta de seres humanos y animales”, “debemos estar preparados”, señalan los astrólogos.
Quienes pueden, se dan el lujo de elegir dónde y con quién vivirlo. Otros se muestran lejos de estar interesados en el tema del que todos hablan, continuando con sus rutinas. También están aquellos que quisieran poder elegir el lugar y la compañía indicada para apreciar el espectáculo, pero se ven inevitablemente obligados a continuar con sus tareas diarias.
El próximo 2 de julio la Luna se interpondrá entre la Tierra y el Sol y los dos minutos de oscuridad total a pleno día recaerá en la zona central de Argentina y Chile. Las provincias de San Juan, La Rioja, San Luis, Córdoba, Santa Fé y Buenos Aires contarán con la vista privilegiada, mientras que en las provincias del noroeste del país, tal interposición podrá visualizarse en un 75%. En el oeste argentino el eclipse comenzará cerca de las 16:25 horas y se extenderá hasta las 18:25, registrando su punto máximo entre las 17:30 y las 17:45 horas.
El fenómeno astronómico sucede en distintas regiones del mundo cada dieciocho meses, pero sólo cada cientos de años vuelve a apreciarse en un mismo sitio. Chile y Argentina son afortunados esta vez, ya que además serán testigos del próximo eclipse solar, que sucederá el 14 de diciembre de 2020 y podrá disfrutarse en la Patagonia (región sur de ambos países).
Debido a las bajas probabilidades de que el fenómeno pueda repetirse y observarse en una misma región con periodicidad, el mismo ha ido recopilando variadas interpretaciones a lo largo de la historia, dando lugar a mitos y leyendas provenientes de diferentes culturas. Los incas, por ejemplo, sostenían que el Sol, enojado con los seres humanos, los castigaba quitándoles la luz y el calor, signo de malos presagios. Los mayas, quienes contaban con admirables conocimientos y extraordinarias herramientas para predecir los eclipses con exactitud, lo interpretaban como señal de lucha entre los astros, alimentando la teoría de que era la Luna quien intentaba devorarse al dios supremo.
Los distintos mitos y creencias en los más diversos rincones del mundo alrededor del fenómeno astronómico son los responsables de agregar aún más valor al increíble espectáculo y despertar en la sociedad actual un particular interés, regalando a la región sur de Latinoamérica un recurso natural que provee un abanico de oportunidades para el sector turístico. La relación virtuosa y estratégica entre astronomía y turismo permite, por un lado, diversificar la oferta y, por otro, promover la divulgación de la disciplina entre públicos amplios y heterogéneos, contribuyendo a la valoración y protección de los cielos oscuros como recurso ambiental y patrimonio de las generaciones futuras.
De acuerdo con la Fundación Cielo Sustentable (Argentina), el Turismo Astronómico “comprende el desarrollo de actividades recreativas y/o educativas en torno al firmamento, los fenómenos astronómicos y las maneras de comprenderlos, tanto pasadas (cosmogonías, mitologías, etc.) como presentes, incluyendo los últimos hallazgos científicos, así como los instrumentos y tecnologías que los astrónomos aficionados y profesionales emplean en la actualidad”. El astroturismo combina diferentes tipologías de turismo como el científico, cultural, educativo, creativo y de naturaleza para atraer y satisfacer las necesidades y expectativas de distintos perfiles de turistas. Dichos perfiles, con el interés en fenómenos astronómicos como variable en común, poseen características bien disímiles en relación a su nacionalidad, edad, nivel socioeconómico, intereses y conocimientos astronómicos previos.
En este sentido, el fenómeno constituye un hito que permitirá promover el vínculo entre el ámbito científico y el sector turístico argentinos.
El secretario de turismo de Argentina, Gustavo Santos, ha anunciado que miles de turistas provenientes de América, Asia y Europa visitarán el país para vivenciar este momento único, señalando que Argentina cuenta con importantes potencialidades para este segmento debido a su ubicación estratégica y una baja contaminación lumínica. Además, resaltó que los destinos cuentan con la infraestructura técnica y turística necesaria para satisfacer las necesidades y expectativas del particular segmento.
La mirada del mundo caerá sobre el extraordinario espectáculo que el universo nos brinda y los sectores público y privado a nivel nacional y de los principales destinos argentinos trabajan mancomunadamente para ofrecer a los turistas variedad de planes perfectos para vivir una experiencia única. El gobierno de la provincia de Córdoba dispuso de 4 lugares de encuentro para disfrutar el fenómeno: Villa Dolores, La Población, Río Cuarto y Córdoba capital, con eventos artísticos culturales que ambientarán el momento y relatos de astrónomos y guías. La Rioja suma a estas actividades una competencia de barriletes y degustación de comidas típicas en Mascasín. Indican los especialistas que en la provincia de San Juan está uno de los más privilegiados puntos para apreciar el eclipse y ya registra una ocupación hotelera de 98% en su ciudad capital para la fecha, con una oferta que consiste en seis puntos de observación públicos: Bella Vista (departamento Iglesia, con 100% de ocupación hotelera), Mogna (Jáchal), Villa Nueva (Calinsgasta, con 100% de ocupación hotelera), Chucuma y San Agustín (Valle Fértil) y en el Gran San Juan en el Predio Ferial Costanera.
Elevando la propuesta al cielo, las provincias de Santa Cruz, Mendoza y San Luis serán sede de “Argentina Eclipse Balloon Experience”, un encuentro internacional de globos aerostáticos declarado de Interés Turístico por la Sectur que comenzará en Santa Cruz y terminará en San Luis el día y al horario del eclipse.
Para quienes no tendrán la posibilidad de estar presentes en el radio del evento, la NASA realizará una transmisión en vivo.
Eso sí, ya no hay excusas: con este previo aviso y suficiente anticipación pueden empezar a organizar su visita a la Patagonia Argentina para ser testigos en primera persona del próximo eclipse solar en diciembre de 2020.