El concepto de turismo de experiencias es una importante tendencia para salir de la cotidianidad del turismo de masas. En especial en el ámbito mercadológico, ha sido un término un tanto desgastado. Según expertos en materia dicen que este tipo de turismo es el medio para llegar ahora al turismo de emociones.
Al respecto es sabido que agencias de viajes y tour operadoras se han especializado en el tema de las emociones de los turistas. Se han creado paquetes turísticos en los cuales el viaje gira en torno a la experiencia y lo que pueda sentir el viajero. Aunque es verdad que el término cada vez es más trillado en el mercado.
Quizá porque destinos y empresas turísticas vieron en este recurso un concepto de moda que podía ayudar a diferenciarse de la competencia.
En la actualidad cualquier producto tratan de vender una experiencia única. El típico paquete de alojamiento, con desayuno en la habitación, una cena romántica, servicio en un spa, etc. Definitivamente esto no representa un experiencia excepcional, por más que se insista en resaltar la palabra “experiencia” en los espacios y medios publicitarios.
Los viajes deben ser propuestas para sentir emociones. La clave reside en diseñar vivencias irrepetibles que nos alejen de lo cotidiano y crear así recuerdos memorables.
Incluso el producto por excelencia de la industria turística de México, el de sol y playa, también debería ser rediseñado bajo este esquema para que sea “memorable”.
¿De qué manera se puede lograr esto? Por ejemplo buscar interacciones diferentes directamente con el destino: música, ambiente, tematización, iluminación, aromas, etc.
Incluso el profesor en psicología Mihály Csíkszentmihályi, una de las referencias en esta área con sus estudios sobre “La psicología de la experiencia óptima”, habla sobre la importancia de crear experiencias provistas de un“sentido de alegría” y una sensación de disfrute para que perduren en la memoria.
“Los viajes deben ser propuestas para sentir emociones. El participante piensa que difícilmente podrá repetir exactamente esa misma experiencia y que ha sido privilegiado de una manera especial”.
¿Será el turismo de emociones una de las tendencias emergentes del turismo en los próximos años? David Mora consultor y profesor de turismo en España, cree que sí. “Los turistas huyen desde hace años de los lugares comunes y de los destinos indeterminados. Y los múltiples análisis que se han realizado sobre los Millenials, por ejemplo, respaldan esta tendencia que debería convertirse en norma”.