Cuando hablan de turismo la mayoría de las personas piensan en solo viajar para divertirse o descansar; el turismo es más que eso, detrás de una gran infraestructura de 5 estrellas, hay cientos de personas trabajando para hacer de tu estancia algo inolvidable; como aquella persona que te recibe con una sonrisa y cambia tu día por completo, sin saber que tal vez está pasando por el peor momento de su vida y sin embargo está ahí, dando lo mejor de sí para brindarte un servicio de calidad, o que tal la camarista, que paso horas limpiando la habitación porque no sabes si el huésped anterior hizo una fiesta dentro de la habitación o le toco mantenimiento y aquella camarista tuvo que trabajar minutos o tal vez horas extras para dejarla digna de un hotel de lujo, sin pasar por alto las cortesías que dejan, que aquellos que son observadores, agradecen encontrar un lindo mensaje de bienvenida, degustar de un delicioso dulce típico o un simple y placentero chocolate.
Por supuesto, no hay que menospreciar a los pequeños hoteleros, aquellos que apenas empiezan y su infraestructura es pequeña, en donde una sola persona se llega a encargar de la limpieza de la habitación, de recibir al huésped y de la administración del establecimiento, y en cada momento da lo mejor de sí.
Hablar de turismo es englobar un sinfín de servicios que ponen a disposición del turista para ganar la mejor publicidad, de boca en boca, y así generar mayores ingresos para el establecimiento o el destino.
Abordando los diferentes lugares en los que te encuentras cuando decides solo visitar una playa, una zona arqueológica o un centro ecoturístico, podremos encontrar un gran número de colaboradores dando su mayor esfuerzo antes, durante y después de tu estancia.
En un restaurante, no te enteras de lo que el chef tuvo que pasar para aprender a cocinar ese platillo que tanto te gusta, o el mesero, que tiene que correr más de 8 horas durante el día para servirte tu platillo caliente, con el riesgo de sufrir alguna quemadura, sin mencionar los regaños de los jefes aquellos que no les importa si sus colaboradores están enfermos siempre y cuando el cliente este bien atendido porque al final del día es gracias a ellos por quien trabajamos ahí.
Y desde mi punto de vista, el ámbito más, más importante, los lugareños; qué hay detrás de una artesanía bien elaborada, para muchos un simple recuerdo del lugar que hasta nos damos el lujo de regatear, sin saber que detrás de ella hay historia, costumbres, horas de trabajo para conseguir el material y seguramente meses o tal vez años para aprender a hacer esa artesanía que te estás llevando para recordar tu última aventura.
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Personas que están llenas de calidez y de servicio y te hacen sentir mejor que en casa, que te comparten sus costumbres y tradiciones con la finalidad de que tú valores lo que ellos tienen para ofrecerte, personas que se enriquecen de lo que tú les enseñas y prueban nuevas y mejores formas de ofrecer un servicio de calidad.
Cada que vayas a un nuevo destino, te invito a que no solo veas si hace calor o hace frio, si hay lugares para divertirte o donde nadie te moleste, reconoce cuando un prestador de servicios realiza su trabajo con calidad, y te aseguro que él se esforzará aún más por hacer de tu estancia un recuerdo inolvidable, porque muchos de los que están detrás de todo esto, ponen en práctica aquel dicho de la Madre Teresa De Calcuta “El que no vive para servir, no sirve para vivir”.