Las últimas campañas de promoción internacional en turismo de Colombia: “realismo mágico” y “siente el ritmo” sugieren una relación con la literatura y la música respectivamente, géneros narrativos que guardan una estrecha reciprocidad, no en vano el cantante Bob Dylan se encuentra entre los homenajeados con el Premio Nobel de Literatura, este aspecto se hace evidente en el país por los vasos comunicantes existentes entre las obras literarias y los géneros musicales representativos de cada una de las regiones naturales y culturales que lo conforman.
En tal sentido en Colombia hemos gestado la línea de turismo literario y el turismo musical nos ha llegado para refrescar, enaltecer y hacer más lúdica nuestra propuesta, por medio de la cual buscamos que el país no solo se reconozca por su belleza, sino además por lo interesante que es, dando así respuesta a las razones del viaje, entre las que se cuentan el “éxtasis estético” ya que por supuesto los turistas quieren ver lugares bellos, algo que logramos por medio del “turismo”, a lo cual le hemos agregado el componente “literario” y “musical” para dar respuesta a la más importante de las razones del viaje: “las historias que brinda el destino”, a través de las cuales los viajeros se hacen más sabios, mejores personas, se reconfortan y en definitiva se hacen más felices. En este último punto debemos hacer claridad de que no se trata de leer textos mientras se viaja sino más bien de ”leer” holísticamente los territorios a través de obras literarias y musicales que ponen en valor la naturaleza y cultura de las regiones, dando pleno sentido a la frase de uno de los grandes sabios de la humanidad como San Agustín de Hipona al decir: “El mundo es un libro, quien no viaja lee solo una página”.
Esta modalidad de turismo en Colombia, a diferencia de las más importantes rutas literarias y musicales del mundo que se desarrollan en ciudades principales o capitales, en nuestro país tiene por escenario la naturaleza y como protagonista al factor humano, por lo que se convierte en una estrategia para cualificar el producto y mercado turístico a través del patrimonio cultural literario y musical, dando así origen a una singular combinación entre naturaleza, cultura viva, literatura y música.
Es así como al seguirle los pasos a los autores y personajes imaginarios de las obras literarias y musicales más representativas del país, somos testigos de que la exuberante naturaleza y la original cultura de cada una de las regiones de Colombia están exaltadas por su literatura y música autóctona, que paralelamente describen la gastronomía, la artesanía, las tradiciones, las costumbres… los mares, los ríos, las montañas, las aves… y por supuesto el factor humano prevaleciente en cada una de las regiones descritas minuciosa y mágicamente por estos géneros narrativos correlacionados; no infructuosamente Gabriel García Márquez afirmaba que “Cien años de soledad es un vallenato” y “El amor en los tiempos del cólera un bolero”, sentido en el que también son Los cantos de trabajo del llano y El joropo a “La vorágine” para la Orinoquía, Las músicas de marimba a “María” para el Pacífico y la música campesina a la obra costumbrista de Rafael Arango Villegas para el paisaje cultural cafetero colombiano, entre otras.
Te invitamos a que disfrutes este tiempo en casa viajando por las diferentes regiones naturales y culturales de Colombia a través de nuestra literatura y música. No olvides que tal como lo rezaba Emily Dickinson: “Para viajar lejos, no hay mejor nave que un libro”, así mismo esperamos que en un futuro cercano puedas venir a nuestro país y recorrer estos lugares, dado que “hay libros que no solo se leen, sino que además se transitan, se habitan, se viven” #QuédateEnCasa