La semana pasada comencé un curso de lenguaje de señas de manera virtual. Siempre me había parecido interesante, pero lo fui dejando para más adelante, “para cuando tuviera tiempo”. La pandemia me dio el tiempo necesario y ya no hubo más excusas para comenzarlo.
Si bien lo empecé esta semana, me hizo reflexionar sobre la discapacidad en general y en todas las barreras que deben afrontar las personas que la sufren no solo a nivel turístico sino en su vida cotidiana.
Irse de vacaciones, o tomarse un receso debería ser algo agradable, sin embargo, muchas veces las personas que poseen alguna discapacidad les es muy difícil el disfrutar de las mismas al encontrar barreras en los transportes, en los restaurantes, hospedajes y lugares de esparcimiento. Dichas barreras pasan más que por el solo hecho de que en muchísimos lugares no hay rampas (y si las hay, no existe el mínimo respeto para no taparlas). Hay muchos tipos de discapacidad y considero fundamental para crear una sociedad más justa e igualitaria el tratar de eliminar las barreras sociales, arquitectónicas, los prejuicios y la discriminación. Hay que crear nuevas leyes y hacerlas cumplir.
Muchas veces no sabemos cómo tratar a una persona que posee una discapacidad. No solo en el turismo sino como sociedad, no poseemos la suficiente información ni la capacitación para enfrentarnos a ciertas barreras, a ciertas “excepciones en la norma” Tal vez porque aún hoy, pese a los avances en contra de lo prejuicios, partimos de la idea que la persona con discapacidad no puede viajar, salir, divertirse ni tener la misma vida que tenemos nosotros. Aún hoy seguimos con la idea que la discapacidad es algo que hay que curar, rehabilitar, excluir, algo que nos duele ver, que no sabemos cómo lidiar, sin olvidarnos que también nosotros podríamos estar impedidos o disminuidos de alguna de nuestras facultades en algún momento de nuestras vidas, ya sea por una enfermedad, una lesión, embarazo, uso de bastón, muletas, yeso, silla de ruedas, vejez, accidente, etc., por eso es de vital importancia tomar conciencia de ello y tratar de eliminar al máximo las barreras para hacer una sociedad lo más justa e inclusiva posible, lo más accesible posible.
Desde el turismo y la hospitalidad se debería capacitar a las personas que atienden al público para que sepan cómo tratar a personas con discapacidad brindando el mejor servicio posible. También los restaurantes, bares, museos, cines, salas de exposiciones, clubes deportivos, iglesias, transportes deberían adaptarse e invertir en infraestructura para recibir a personas con discapacidad. Si bien es una inversión de dinero y recursos en un principio, la realidad es que a futuro generará una ganancia al beneficiar a un sector de la población que muchas veces ve reducido su acceso y el disfrute a los lugares y centros turísticos. Es, además, una gran oportunidad de negocio muchas veces desaprovechada.
Por supuesto que hay distintos tipos de discapacidad y distintos grados de dificultad, también hay muchas personas que están excluidas no solo por su discapacidad sino por sus bajos recursos; una persona que posee un nivel adquisitivo alto puede acceder a viajar a los lugares adaptados y preparados, que no son muchos, pero ¿qué pasa con una persona con discapacidad de bajos recursos? Si no puede pagar ese “extra”, ¿no tiene derecho a viajar, a vacacionar, a recrearse? ¿no es momento de empezar a integrar en vez de seguir segregando?
Podríamos comenzar con los ítems más sencillos como no bloquear rampas ni accesos, transportes públicos y habitaciones de hoteles adaptadas, señalética, menús de bares y restaurantes, folletos, tarjetas que también estén en braille, como los vemos en muchos elevadores y carteles con el número de habitación y por sobre todo capacitar: saber cómo comunicarnos por señas y como tratar a las personas con discapacidad.
Todos somos parte de una misma sociedad y todos merecemos vivir y convivir de la mejor manera posible. Enfoquémonos en lo pequeños cambios que podemos hacer cada día para mejorar como personas y tener una sociedad más justa e igualitaria que no siga segregando.