El pasado 6 y 7 de noviembre se celebró el séptimo festival “Un Día de Muertos en París” que cada año realiza la asociación México à París, en el prestigioso Parque Floral de París.
El entusiasmo de su fundador Juan Carlos Cedillo Gómez de ofrecer al público francés y comunidad mexicana un momento de reencuentro y convivio, lo pudo transmitir a su gran equipo de benévolos para llevar a cabo este evento tan significativo para los mexicanos. Fue a través del esfuerzo colectivo que se pudieron ofrecer actividades que sorprendieron a chicos y a grandes para vivir y celebrar la cultura mexicana en la capital francesa.
La gran importancia que tuvo este evento fue que se basó principalmente en la transmisión de la cultura y tradiciones de México al público, y no solamente en el lado de entretenimiento. El altar de muertos fue una de las principales atracciones en la cuál se realizaron visitas guiadas para explicar la historia y significado de esta ofrenda. El público mostró un gran interés en descubrir todo lo que hay detrás de este altar, con alrededor de 3000 visitas en los dos días del festival.
Además del altar de muertos, se invitó un colectivo de música tradicional japonesa que a través de sus imponentes tambores ofrecieron al público un momento cultural diferente, sinónimo de amistad entre las culturas.
Este año la asociación México à París tuvo el honor de ser acompañado por la Embajadora de México en Francia, Blanca Jiménez Cisneros, quien tuvo el agrado de dirigir unas palabras a la comunidad mexicana para incentivar y reconocer las iniciativas de los mexicanos que se encuentran en Francia.
Otras de las actividades que se presentaron en el festival fueron: el desfile de trajes tradicionales, el desfile fantasía con atuendos que fueron acompañados con coronas adornadas, danza folclórica, música en vivo, mariachis, así como talleres de flores, de alebrijes, de máscaras y de piñatas.
Dentro del festival también hubo venta de platillos tradicionales mexicanos y de artesanías y por supuesto no podía faltar, el tradicional pan de muerto.
El evento que reunió franceses, mexicanos, pero además todas las nacionalidades de un París cosmopolita, se clausuró con la presentación de la catrina y música que cerró con un baile colectivo marcando así un evento cultural, festivo e inclusivo ofrecido por la asociación México à París.