Tuve la oportunidad de irme a trabajar en dos summer camps (campamentos de verano) a Estados Unidos como Support Staff. Una de las ventajas de estos programas es que la visa te da al término de tu contrato un mes para viajar por todo el país. La primera vez, en 2018, no me quedé porque quería regresar con mi dinero, aunque dentro de mí quedaba la chispa de hacerlo ya que veía a todos mis amigos de distintos países organizar sus tours por todo el país. La parada casi por excelencia era Nueva York (NY) porque quedaba a 6 horas y en el trayecto se encontraba Boston, así que se podía hacer una estancia. Los tiempos de mis amigos no coincidían con los míos, por ello la única solución era irme sola, cosa muy retadora a la cual no me veía capaz de hacer así que me regresé a México.
Al siguiente año volví a aplicar y esta vez laboré en un campamento en Pensilvania, ¡mi campamento estaba a 2 horas de Nueva York! Tuve dos viajes de un día a la gran manzana, pero vamos ¿Quién ve tal ciudad en 1 día? Ese año me había dicho que lo iba a hacer, sin importar si iba sola o acompañada, viajaría en esa ciudad.
Dentro de mí guardaba la esperanza de ir con amigos porque las incertidumbres llegaban nuevamente, pero mis tiempos no eran similares a los suyos. Mi campamento me ofreció quedarme a trabajar mi semana de viaje con un porcentaje mayor de salario. Una gran tentación, sabiendo que si me iba a Nueva York me acabaría gran parte de mi sueldo obtenido durante el verano al ser una metrópoli cara.
Lo había decidido, me iría a NY, así que por un mes me la pase investigando de todas las actividades que podía hacer, consejos viajeros, precios, ubicaciones, hospedaje, etc.
Para mi hospedaje decidí quedarme por primera vez en un hostal el cual fue HI New York City Hostel, reservado con la aplicación Hostelworld. Uno de los consejos que más vi fue que sí era la primera vez visitando NY te quedaras en Manhattan, debido a que ahí se encuentran la mayor parte de los atractivos, por lo que el transporte o desplazamiento puede ser menor a comparación de hospedarte en Brooklyn o Harlem, donde al ser tu primer viaje puede que haya problemas con los traslados.
Otro tema que me apuraba era el metro, nunca me había subido a uno y de leer la magnitud de este transporte neoyorkino, al ser uno de los más grandes del mundo, me asustaba, pero al leer notas respecto a ello mi visión se fue ampliando.
Fui seleccionando lugares que yo deseaba conocer, varios de ellos podía obtenerlos con tarjetas, yo pagué la CityPASS que me incluía 6 atracciones y las que escogí fueron: Empire State Building, Museo Americano de Historia Natural, Museo Metropolitano de Arte, Observatorio del Top of the Rock (este es uno de los observatorios que todo viajero recomienda porque se pueden ver prácticamente todos los lugares icónicos de Nueva York), Estatua de la Libertada e Isla Ellis y Memorial y Museo del 11S.
Una parada obligatoria que escuchaba mucho era Broadway, hay diversos lugares para su compra en internet o las famosas taquillas TKTS, hay varias en la ciudad siendo la de Times Square la más famosa. Estas taquillas venden boletos para obras del mismo día con hasta un 50%, yo no la escogí porque quería escoger mi obra, además las filas pueden ser eternas y quería bien estructurado mi tour. La obra que seleccioné fue El Fantasma de la Ópera para mi último día.
Listo, ya tenía reservado lo necesario y con mis lugares de interés con horarios y tiempos. Se llegó el día en que tenía que partir, mi jefe me dejó en una estación de Nueva Jersey y de ahí tomé un tren a la ciudad, tenía mucho miedo dentro de mí por estar sola, pero con adrenalina por estar haciendo algo completamente nuevo.
El metro si era todo un mundo, pero tiene un buen sistema junto con Google Maps que lo hace muy óptimo.
Mi hostal era muy grande y maravilloso, tenía en la recepción carpetas donde te podías registrar para salidas como un bar, un concierto, un parque y más donde tenías la oportunidad de conocer personas de varios lugares. Mi hostal estaba lejos de Donwtown pero estaba cerca de una línea de metro que te llevaba directamente a él.
Después de mi llegada a HI New York City Hostel me dirigí al Empire State donde había una exposición temporal de King Kong, subí al mirador para apreciar el atardecer que se asomaba acompañada de la infinidad de turistas. Quise terminar mi día con una rica malteada en Black Tap Craft Burgers and Beer.
Al segundo día me levante temprano para dirigirme a la Estatua de la Libertad, saquen mucho provecho de los atractivos, si es posible ocupen todo el horario en el que están abiertos ya que 2 horas no serán suficientes. Al término de la Estatua de la Libertad mi entrada me daba acceso a la Isla Ellis donde conocí a historia de ese lugar, importante para los migrantes. Proseguí con el 11/9 Memorial Museum y concluir el día viendo el atardecer en el Brooklyn Bridge.
El tercer día inició con la visita al Museo Americano de Historia Natural, un espacio inmenso con grandes salas muy interesantes, aunque ocupé todo el horario del museo y de andar corriendo apenas pude terminarlo (sin parar a ver detalladamente cada sala). De ahí tomé un camión en Penn Station para conocer la popular pastelería Carlo’s Bakery en Nueva Jersey. Probé los famosos cannolis y otros postres más. Finalmente tomé un metro que me dejara por High Line, que eran vías de tren antiguamente pero que ahora son un camino peatonal lleno de plantas y flores para recorrer, observando los rascacielos, pinturas, degustar de bocadillos y terminar con la vista del The Vessel, una estructura arquitectónica espléndida a la cual puedes subir en un horario.
Mi cuarto día comenzó con la visita al MET (The Metropolitan Museum of Art), hasta ahora uno de los mejores museos que he visitado en mi vida, ocupé todo su horario y no lo terminé ¡tenía más de 900 salas! El MET se encuentra en Central Park, así que caminé por el pulmón natural neoyorkino para terminar mi día en Times Square comiendo una hamburguesa de Shake Shack, sin olvidar visitar las tiendas de Disney y M&M’s.
Si quieren comprar souvenirs para nada los compren en los alrededores de Times Square, ahí triplican los precios y cualquier lugar alejado de ahí siendo aún Manhattan, saldrá más barato.
Mi último día inició con el mirador Top of the Rock y seguí con la visita a la Grand Central Terminal, hay visitas guiadas, sin embargo, por el horario, pagué un audioguía. Estando ahí no olviden visitar el mercado en el que pueden probar ricos panes, postres, etc. Después caminé rumbo a la Biblioteca Pública de Nueva York y una vez terminada mi visita, me fui a ver el Flatiron Building.
La despedida de mi viaje fue El Fantasma de la Ópera en Broadway, con una increíble escenografía, actores y más.
Mi viaje a Nueva York fue un recuerdo increíble, con la dicha de saber que pude hacerlo sola. No teman si es en solitario; o como dicen: «si tienes miedo entonces hazlo con miedo» porque la experiencia y sensación serán inigualables. Concluí con dolores en las piernas y con una cartera casi vacía que valieron completamente la pena.