Alquilar un yate es un acto de lujo para muchos que desean descansar, divertirse o distraerse del trabajo. Parece solo ocio y superficialidad, pero la verdad es que irse de viaje a alta mar con un yate es una actividad reconfortante y relajante. Tiene ventajas para la salud y, además, ofrece libertad de viaje, experiencias maravillosas y confort.
Muchas veces nos sentimos ahogados en el trabajo, deudas o presiones familiares. No sabemos qué hacer y entramos en un estado anímico que nos dificulta avanzar. Una buena opción para relajarnos y desconectar del mundo y todo lo que nos preocupa es huir al mar.
Está demostrado que en el mar la vida es más sabrosa. Y es que se nos renuevan las energías gracias al sol, la arena y al agua de mar. No obstante, esto puede mejorar si nos vamos de paseo en un yate, ya que estos nos brindan adrenalina, frescura y un poco de soledad cercana al mar.
Índice
Alquilar un yate es sinónimo de aventura
Ir a la playa y alquilar una embarcación es aventura y diversión garantizada. Puedes elegir estar en medio del mar siempre que lo desees y practicar actividades acuáticas divertidas. Se puede pasear a altas velocidades o estar anclados mientras se disfruta de la belleza del mar.
Asimismo, un yate es la opción más original para hacer una fiesta en medio del mar con los amigos o familiares. Pueden utilizarse los fines de semana, una semana entera o más.
Mayor privacidad
Una de las mejores ventajas de alquilar un yate es la privacidad que ofrecen. Puedes estar anclado en un puerto y tener una velada romántica en pareja, ir hacia el océano y navegar tranquilamente o hacer una fiesta privada con amigos.
Estar a solas en un yate es una actividad muy íntima y esto podrá verse reflejado en la actitud de los invitados. Muchas veces las personas no suelen usar bañador ni broncearse por miedo a las demás personas que se encuentran en una piscina o la playa. Un yate ofrece el ambiente perfecto para desinhibirse y sentirse cómodos y en privacidad.
Si no sabes navegar, no habrá mucho problema, ya que los únicos extraños en el yate serán el capitán y la tripulación.
Comodidad, confort y variedad
Existen yates de diversos modelos y tamaños. Como estamos alquilando, podemos elegir cualquier diseño que se adapte a nuestras necesidades y gustos. Algunos tienen habitaciones, cocinas, baños, televisores, aire acondicionado y hasta salas de estar.
Hay botes diseñados para dar paseos cortos y otros están acondicionados para grupos de hasta 15 personas. Al momento de alquilar el yate, hay que estar muy atentos a lo que queremos, nuestro destino e invitados, ya que esto ayudará a elegir el tamaño y precio de la nave. En general, los yates pueden brindarnos espacios cómodos para cocinar, dormir y tener un almuerzo o cena.
Dependiendo del lugar donde nos encontremos, los yates serán más lujosos o sencillos que otros. No es lo mismo alquilar un yate en las costas venezolanas que el alquiler de un yate en Cartagena o lugares como Ibiza, regiones donde hay turismo marítimo y fiestas constantemente en medio del mar.
Lujo a un bajo precio
No siempre en la vida podemos costear algunos lujos. No obstante, alquilar un yate es una opción económica que nos hará vivir momentos increíbles a un bajo costo.
Alquilar un yate puede ser una de las mejores inversiones que podemos hacer para vacacionar, ya que estaremos en un lugar lujoso sin pagar seguros, impuestos y estacionamiento marítimo. Lo que sí nos dejará será una experiencia inolvidable.
Pasear en yate mejora nuestra salud física y anímica
Quizá creas que pasear en yate no beneficia en nada nuestra salud física y emocional, pero la verdad es que los paseos al mar son recomendados por los médicos para sanar el estrés y ayudar a nuestro corazón.
Según un estudio realizado por la Universidad de Málaga, los paseos en yate pueden tener algunos beneficios para la salud. Si nos encontramos con ansiedad y estrés, estar en medio del mar puede ayudarnos debido a que la brisa marina mejora los niveles de serotonina.
En el mar, debido a la presión marítima y a los altos niveles de oxígeno de las zonas, mejora nuestra presión arterial, lo que radica en nuestro corazón y frecuencia cardiaca.
De ahí que concluyamos que hacerse con un bote no es sinónimo completamente de fiestas o poses para las redes sociales. Estos paseos reducen el estrés, nos hacen pasar momentos únicos y privados, al mismo tiempo que renuevan y nutren nuestras energías.
Asimismo, alquilar un yate es una buena manera de invertir nuestros ahorros y salir de nuestra cotidianidad en la ciudad. Las ventajas de alquilar un yate son muchas, solo debemos animarnos e intentar vivir esta experiencia.