Todos en algún momento de nuestras vidas hemos pasado por alguna situación difícil, alguna perdida, fracaso, ruptura amorosa, decepción; y a pesar de que todos tenemos diferentes temperamentos, diferentes maneras de vivir nuestro duelo y diferentes maneras de salir adelante, limpiarnos las lágrimas y levantarnos, hay algo que nos puede ayudar en este proceso, ¡Viajar!
No vamos a negar que a todos nos emociona la idea de salir de viaje, de conocer un nuevo lugar, de salir de la rutina, de vivir nuevas experiencias; ahora imaginemos todo ese éxtasis después de un momento de depresión, ¿por qué no?
Cuando viajas conoces cosas nuevas, gente nueva, te puedes dar cuenta de lo increíble que es vivir y lo increíble que es disfrutar cada día de tu vida.
Después de sufrir una ruptura amorosa y trasladarte a aquella playa, ver una puesta de sol, escuchar el ruido de las olas, ver las aves pasar y darte cuenta de la inmensidad del océano, puede ser el motor que necesitas para llorar, vivir tu tristeza y después de vaciar tu alma de tanto dolor, llenarla nuevamente de alegría, de fuerza, de ganas de vivir.
No tiene que ser precisamente el mar, puede ser una montaña, un paisaje cual sea, observa la tranquilidad de la naturaleza, la paz que puedes encontrar en ella, ese silencio que te puede ayudar a encontrarte contigo mismo y después date la vuelta, disfruta cada rincón de este bello planeta, continua avanzando, observa a la fauna, concéntrate en su modo de vida y date cuenta que eres afortunado por poder vivir esa experiencia, por poder realizar ese viaje.
Después de un largo periodo de estrés laboral llegan los tan ansiados días de descanso, sal, aviéntate de un paracaídas, de la tirolesa, practica rappel, senderismo, cualquier actividad extrema o de ecoturismo que te haga liberar todo el estrés acumulado y recárgate de energía.
Cuando sientas que tu vida es miserable, viaja, practica turismo rural, adéntrate a la maravilla de conocer una comunidad indígena, conoce sus costumbres, sus tradiciones, valora lo que tienes a tu alrededor, seguramente conocerás a esas personas mágicas que están en el mundo y que te ofrecen una sonrisa con todo el corazón.
Viaja, vive, disfruta y también respeta; todos tenemos malos momentos en la vida y eso no es lo que nos define, lo que nos define como seres humanos es la fuerza que tenemos para levantarnos y salir a delante, empezar desde cero, y por qué no, deja que ese viaje que has planeado toda tu vida te transforme.