¿Por qué viajas? Tal vez la respuesta sea simplemente “porque quiero”… Pero en un sentido más amplio y profundo ¿Cuál es la razón principal y/o propósito(s) de tus viajes?
Normalmente se dice que la gente viaja para conocer nuevos destinos, practicar un idioma, acudir a alguno(s) festivales /eventos de su interés, tener un intercambio cultural o simplemente para descansar/ relajarse. Lo que en turismo comúnmente llamamos “tiempos de ocio y recreación”.
Pero vayamos más allá y reflexionemos sobre el verdadero proceso oculto detrás de todo esto: el YO del viajero, que busca satisfacción personal, llenarse y sentirse pleno con cada viaje.
Aclaro que esta postura no es condenar ni al turista ni al viajero, sino más bien crear conciencia. Tal vez una manera de lograrlo es dejar el YO del viajero en segundo plano o sino a la par de la importancia del destino receptor y todo lo que este conlleva. Desde su gente, sus tradiciones hasta sus zonas arqueológicas, parques nacionales, etc. Sí, tomando en cuenta sus recursos naturales, culturales e inmateriales, y así, de una manera integral y sustentable hacer notar que el destino en todos sus ámbitos es igual de importante que nosotros como viajeros, y que por lo tanto es necesario brindar nuestra ayuda, ya sea apoyando en diversas acciones, talleres eco turísticos, comprando una artesanía al productor antes que a la empresa revendedora o respetando la capacidad de carga de las zonas arqueológicas, entre otras acciones más que podemos realizar.
El destino necesita viajeros que quieran ayudar, viajeros responsables. Es aquí donde se hace mención del primer principio de carácter voluntario del Código Ético Mundial para el Turismo “Contribución del turismo al entendimiento y respeto mutuo entre hombres y sociedades”.
Algunos piensan que dicho principio en conjunto con los demás que integran el Código Ético Mundial para el turismo deberían cambiar su carácter de voluntario a obligatorio, pero mientras esto ocurre o no, se hace la invitación a que más viajeros lo tomen como obligatorio.
Es bien sabido que este tema tiene muchos puntos de vista, posturas y opiniones tanto a favor como en contra, alguien más podría levantar la voz y decir que ayudar es sólo para los viajes de voluntariado, a lo que alguien más respondería.-Ayudar es ayudarse a sí mismo.
Y es justo ahí donde se podrían plantear las siguientes preguntas: ¿Existe el egoísmo altruista dentro en el turismo? ¿Se viaja realmente para ayudar al que nos recibe, al destino, o para auto ayudarse?
Pienso que viajar y tener hambre por conocer miles de destinos está en la sangre del viajero, la satisfacción personal y búsqueda de la felicidad está en la sangre de la humanidad entera. Sin embargo, tener en mente que el destino es más o igual de importante, nos ayuda a tener los pies en la tierra y fijar nuestros propósitos viajeros encaminados a la ayuda ambiental, económica y social del lugar que nos abre sus puertas.
Los anfitriones hospitalarios nunca se olvidan, y de los viajeros responsables se espera su regreso. El destino nos ofrece hermosos paisajes, buenos recuerdos, nuevos amigos. Y nosotros como viajeros, ¿Qué le ofrecemos al destino y a su gente?