“Vinos y Dinos”, una ruta que combina enoturismo y prehistoria en Coahuila

Coahuila es considerado el estado con mayor riqueza paleontológica de México.

El estado de Coahuila es el tercer estado más grande de México, se distingue por su clima seco y variado. Aunque no es un destino turístico principal, ofrece atractivos únicos, como La ruta «Vinos y Dinos», que combina la riqueza paleontológica y la vitivinicultura del estado. Lanzada el 5 de julio de 2019, esta ruta ha obtenido reconocimientos internacionales, pese a los desafíos de la pandemia. Ha atraído a miles de visitantes y generado una significativa derrama económica. Extendida por Arteaga, General Cepeda, Parras y Saltillo, incluye dos sub-rutas que parten del Museo del Desierto recorriendo bodegas históricas y hermosos paisajes.

El vino en Coahuila

Coahuila, en particular el municipio de Parras, juega un rol fundamental en la historia del vino a nivel mundial, por lo que para entender la calidad de sus vinos resulta pertinente hacer un repaso breve a la historia.

En el territorio había presencia de vides silvestres, algunos grupos consumían las uvas silvestres o hacían jugos ácidos, mientras que otros temían a la planta debido a que resultaba ideal para que se guarecieran especies como la víbora de cascabel cuya mordedura resultaba mortal.

La vitivinicultura llegó a América con los españoles en 1521. Como era indispensable contar con vino de consagrar para la evangelización de los indígenas, Hernán Cortés ordenó que se plantaran mil viñas por cada 100 naturales que se tuvieran a su servicio en el transcurso de 5 años y para el año de 1531 el rey Carlos V encomendó que los barcos que zarparan a la Nueva España llevaran sarmientos, con esto se hicieron los primeros intentos para establecer plantaciones de vid en la región central de la Nueva España; sin embargo, no tuvieron éxito por lo que se buscaron nuevas zonas.

A mediados del siglo XVI un grupo de españoles se traslada al Valle de Pirineo (Región sur del actual estado de Coahuila) procedentes de Zacatecas en búsqueda de oro, sin embargo, lo que encontraron fue un oasis con manantiales de agua y vides silvestres con las que se hicieron los primeros vinos del continente.

En 1593 el capitán Francisco de Urdiñola fundó la hacienda “Marqués de Aguayo” siendo la primera bodega comercial de América, un año después llegan los Jesuitas y establecen la misión de Santa María de las Parras. Para 1597 Don Lorenzo García obtiene la merced real para establecer una plantación fundando así la hacienda San Lorenzo (actual Casa Madero) y para 1598 se funda el pueblo de Santa María de las Parras. Con esto es notorio que la actividad vitivinícola es anterior a la misma localidad, por lo que la región cuenta con una gran vocación tanto natural como cultural para la producción de esta bebida.

Las cepas europeas fueron injertadas en las plantas del continente, lo que permitió tener vinos de mejor calidad, con esto inició una cultura del vino en la Nueva España que empezó a extenderse al grado que el vino de la colonia resultaba preferido sobre el peninsular hasta que el rey Felipe II prohibiera la plantación de nuevos viñedos, así como la orden de quemar aquellos que no fueran con el fin de abastecer el vino para la eucaristía, cortando así con la cultura de vino que se había generado en el territorio de la Nueva España.

Actualmente, Coahuila es el segundo productor de vino mexicano, produciendo aproximadamente el 12% del total nacional, por detrás de Baja California, que produce cerca del 70%, sin embargo, el 51% de los premios de calidad ganados por vinos mexicanos a nivel internacional son de vinos de Coahuila

En el estado se tienen alrededor de 22 productores de vino (cifra que va incrementándose) que ofrecen más de 100 etiquetas, además en la entidad se tienen dos de los viñedos con mayor altitud, uno en Parras y otro en Arteaga, ambos con más de 2,500 metros sobre el nivel del mar.

Como parte del fortalecimiento del sector en el estado, la Asociación Vinos de Coahuila A.C. lanzó la marca colectiva “Vinos de Coahuila”.

Los dinosaurios de Coahuila

Hace millones de años el litoral norte del Océano de Tetis inundaba lo que hoy son los estados de Baja California Sur, Sonora, Chihuahua, parte de Nuevo León y Coahuila; de este último, el 70 % de la extensión territorial actual formaba una península, esta situación permitió la existencia de una amplia variedad de especies que habitaban la región.

Posteriormente, con los cambios resultantes de los movimientos terrestres, el océano fue sustituido por el desierto, permitiendo encontrar en la actualidad fósiles de especies marinas que datan aproximadamente de 155 millones de años. Con el surgimiento de la masa continental que da forma a lo que hoy es México fue posible la presencia de especies terrestres que al morir quedaron repartidos a lo largo del estado, teniendo fósiles datados por lo menos de hace 11 mil años.

La historia paleontológica de Coahuila inicia en 1931 cuando encontraron los primeros fósiles en el municipio de Sierra Mojada, lo que impulsó el interés por buscar más a lo largo del territorio. Actualmente, se considera a Coahuila como el estado con mayor riqueza paleontológica del país al ser sitio donde se han encontrado hasta el momento aproximadamente 20 nuevas especies mexicanas de fauna prehistórica, entre las que se encuentran: Coahuilaceratops magnacuerna, Velafrons coahuilensis, Latirhinus uitslani, Albertosaurus (Tyrannosauridae), Muzquizopteryx coahuilensis, Saltillomimus rapidus, Euclastes coahuilensis, Cricosaurus saltillensis y Sabinosaurio (Kritosaurus)

Debido a la importancia que tiene la paleontología para Coahuila, en el 2014 el gobierno del estado firmó el decreto “Coahuila, tierra de dinosaurios” con el compromiso de preservar el patrimonio paleontológico. Para el 2018 Rincón Colorado, uno de los sitios con mayor concentración de restos de dinosaurios en la entidad, fue decretado como Área Natural Protegida con carácter de Zona Paleontológica por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) convirtiéndose en la única en su tipo en el país hasta el momento.

Con esto Coahuila es pionero en ofertar la paleontología como segmento turístico en sus vertientes de ecoturismo, turismo científico o turismo infantil, lo que le otorga una ventaja competitiva sobre otros destinos.

Experiencia combinada de la ruta «Vinos y Dinos»

Explorar la Ruta «Vinos y Dinos» en Coahuila es sumergirse en una experiencia única que combina la pasión por la enología y la fascinación por la prehistoria. La ruta inicia en el emblemático Museo del Desierto en Saltillo, donde los visitantes pueden admirar fósiles y aprender sobre los dinosaurios que una vez habitaron la región. Este viaje al pasado prehistórico es solo el comienzo de una aventura que combina educación con entretenimiento.

Prosiguiendo hacia las zonas vitivinícolas, la ruta lleva a los visitantes a través de hermosos paisajes de Coahuila, desde montañas hasta desiertos, ofreciendo un contraste visual impresionante. En las bodegas, los visitantes pueden degustar una variedad de vinos locales, cada uno con su carácter único, reflejo del terroir de Coahuila. Las catas de vino son una oportunidad para aprender sobre el proceso de vinificación y la historia de la industria vinícola en la región.

La Ruta «Vinos y Dinos» no solo se trata de vino y dinosaurios; también es una experiencia cultural y gastronómica. Los visitantes pueden disfrutar de la cocina local, que combina tradiciones culinarias mexicanas con toques contemporáneos. Las bodegas y restaurantes en la ruta a menudo ofrecen platos que complementan perfectamente los vinos que se producen en la región.

Además, la ruta ofrece actividades al aire libre, como caminatas en los viñedos y visitas a sitios paleontológicos, donde los visitantes pueden ver de cerca las huellas de los dinosaurios. Esta combinación de actividades hace que la Ruta «Vinos y Dinos» sea ideal para una amplia gama de visitantes, desde aficionados al vino y la historia natural, hasta familias que buscan una experiencia educativa y entretenida.

«Vinos y Dinos» representa un novedoso y atractivo viaje por la historia vitivinícola y la riqueza paleontológica de México. Combinando el encanto del enoturismo con el asombro de la era de los dinosaurios, esta ruta ofrece una experiencia cultural, educativa y sensorial única. Desde el emblemático Museo del Desierto hasta las bodegas históricas de Parras, Coahuila, se revela como un destino donde el pasado prehistórico y la tradición del vino se entrelazan magistralmente.

El compromiso del estado con la preservación y promoción de estas riquezas, evidenciado por iniciativas gubernamentales y el reconocimiento internacional, destaca su potencial como destino turístico singular.

La Ruta «Vinos y Dinos» es un testimonio de cómo la historia y la naturaleza pueden transformarse en una experiencia turística inolvidable, promoviendo no solo el disfrute sino también la educación y la apreciación de la diversidad y riqueza de Coahuila. Es un ejemplo perfecto de cómo el turismo puede abarcar distintos intereses y ofrecer experiencias ricas y variadas. Ya sea que te apasione el vino, la historia natural, o ambos, esta ruta promete una aventura inolvidable en uno de los rincones más fascinantes de México.

Araceli Esmeralda Villarreal Flores: 🇲🇽 Poseo una licenciatura en Ingeniería en Economía Agrícola y una Maestría en Paisaje y Turismo Rural. Con una década de experiencia como asistente de investigación, mi enfoque se centra en la investigación, especialmente en el turismo.
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