Welocal está naciendo, con pasos pequeños pero firmes, dos jóvenes argentinos radicados en Mendoza cargados de convicción creen firmemente en este proyecto, una agencia de turismo receptivo que busca visibilizar y potenciar prestadores locales bajo la premisa “Viajá diferente”.
Y es que la pandemia ha dejado muy golpeada a la industria, y en esos momentos sobró el tiempo para poner a trabajar la cabeza en esto de lo que todo el mundo habla actualmente que es “reinventarse”.
Como todos saben, Mendoza es conocida como una de las capitales mundiales del vino y supo posicionarse muy bien a nivel nacional e internacional como un destino referente del enoturismo. Cualidades le sobran, ya que une a las mejores bodegas en un entorno natural maravilloso.
Así también lo demuestra su oferta, por demás amplia, y sus servicios, que no tienen nada que envidiar.
Me cuentan: a nosotros, como a todos, nos encantan las fotos lindas con paisajes hermosos e infraestructuras asombrosas, también conocer los “imperdibles” de cada destino, pero no estábamos conformes con la idea de crear una agencia que se dedicara a turismo receptivo convencional.
Veíamos la necesidad de plantear un turismo alternativo a partir de actividades que le otorguen al turista un rol protagónico, a través del cual pueda lograr involucrarse con la comunidad local, generando un “ganar-ganar” en donde se lleve “puesta la experiencia” y a la vez el emprendedor local se visibilice y ponga en valor su producto – servicio.
Así que nos pusimos como objetivo salir a darle esta “vuelta de rosca” al asunto, y para eso teníamos que empezar a investigar y relevar.
El primer paso de esta construcción fue ponernos en contacto con personas del mundo del turismo que pudieran ayudarnos con información, el segundo preparar el mate, y el tercero agarrar el auto y salir a tocar puertas.
Y desde ese punto de partida, fue, que se nos abrió un mundo y empezamos a soñar y a creer cada día más en la filosofía de nuestra idea.
Mendoza nos mostró otra cara, una gran cantidad de prestadores locales nos abrieron su casa para que nos “metamos” un poquito en la historia de sus proyectos y sus familias, con experiencias rodeadas de esfuerzo, emoción y relatos contados en primera persona.
Era justo lo que buscábamos, un tipo de turismo no masivo, alejado un poco de las grandes marcas y lujos, que implique una cercanía única a experiencias tan singulares como sus protagonistas.
Y nos planteamos dos objetivos, el primero, mostrar estas experiencias alternativas diferentes, personalizadas, y darles valor.
El segundo, ser un impulsor y ayudar a prestadores a crear sus propios productos turísticos, brindándoles asesoramiento y herramientas de marketing gratuitas, todo con el fin de contribuir al crecimiento de este tipo de turismo, que creemos que hace crecer muchísimo al destino, y nos acerca a sus orígenes.
En este proceso vamos viviendo un camino de aprendizaje, escuchamos y nos volvemos admiradores de cada uno. También estudiamos todos los días y nos preparamos para ser mejores en lo que hacemos, en honor a lo que queremos representar y con el fin de mostrar esta aventura sin que se pierda su esencia.
Un pequeño resumen de actividades: cocina itinerante, con un chef que despliega su arte culinario en el paisaje que elija el visitante, degustaciones de oliva y vino en la casa de una sommelier dueña de su propio aceite de oliva, olivícolas y bodegas boutique atendidas por sus propios dueños, trekking en un cañón desértico que culmina con un picnic al atardecer, degustaciones de miel y contacto con el universo apícola, degustación y creación de tu propio Gin tonic, casas de campo en donde sus dueños se convierten en anfitriones y ofrecen lo mejor de la gastronomía local, acompañada de cabalgatas u otras actividades.
Y terminan, “estamos viviendo un sueño, poder emprender siendo fieles a nuestra visión y convicción, buscando poder vivir de lo que tanto nos apasiona”.
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