Zacatecas es una de los estados que siempre se ha destacado por mantener sitios arquitectónicos de gran relevancia y una cultura muy definida.
Su muy merecido nombramiento en 1993 por la UNESCO a su ahora ciudad capital la ciudad de Zacatecas como Patrimonio de la Humanidad ha dado pie no sólo a la preservación, sino a la delicada y maravillosa forma de descubrir la grata historia que guarda en cada rincón que emana.
Los golpes de los actos históricos que se han presentado en los diferentes lugares de su extensión han sido motivo también para que se levante más de una vez y volver a comenzar para retomar la vida, pero es este tipo de actos que ha provocado la calidad, hospitalidad y amabilidad de su gente, que sin duda alguna a quien visita Zacatecas se le hace sentir en ese acogedor ambiente familiar.
Zacatecas, cubierto de minería, mantiene a lo largo del año un conjunto de actividades para descubrir esos sitios que mantienen para presumir al mundo, pues son sitios de los cuales hay que aprender de día y admirar de noche.
Es inevitable hablar de un lugar tan extraordinario y mencionar la exquisita gastronomía, donde las raíces mexicanas resaltan en su forma de preparación y en el paladar se descubren esos ingredientes que se identifica en la cultura mexicana.
Pero sigue deslumbrando y no se han conformado con lo que ya tiene para mostrar a los turistas, ya que realmente los zacatecanos quieren que se conozcan toda esa pertenencia que les han dejado las culturas pasadas y que los visitantes también vivan una experiencia de encuentro con ese pasado, un poco difícil de comprender cámo es que se guiaban y orientaban para vivir.
Zacatecas por su cielo limpio y despejado tiene el recorrido de la observación sideral, un producto turístico que por supuesto existe en varias partes de la República Mexicana, pero cada uno de ellos planificado y adaptado a su historia por medio de la investigación y los vestigios que se ubican en los lugares donde se realiza.
La zona arqueológica de La Quemada es la sede de este espectacular recorrido, el cual se realiza con el ciclo de la luna nueva, es decir una vez al mes. La salida es por la tarde de la ciudad de Zacatecas ya que el sitio se encuentra a 20-30 minutos de la ciudad.
Es muy importante que se llegue con la Tour operadora que lo organiza, ya que ellos tienen los permisos especiales por parte del INAH y el trabajo en conjunto con la Secretaria de Turismo por la determinación de las fechas programadas para el recorrido.
Una vez en el sitio arqueológico un grupo de especialistas guían a los participantes donde les platican de la cultura que se desarrollaba en el sitio y en donde personajes icónicos platicarán la historia del lugar de una manera dinámica y vivencial.
El recorrido se lleva por un senderismo que una vez llegando a uno de los puntos altos de la zona se aprecia el atardecer, que es otro gran espectáculo del fenómeno que sucede y una vez pasando se comienza el descenso en lo que cae obscuridad de la noche y se llega a otro sitio del lugar donde un grupo de profesionales esperan a los participantes para explicarles los fenómenos astronómicos que se presentan, con telescopios profesionales en los cuales se podrá apreciar de una forma más de cerca las estrellas y los fenómenos que en conjunto realizan.
Al concluir la explicación y observación se trasladan a otro lugar donde se ofrece una deliciosa cena con platillos típicos de la región, que deja en los paladares deliciosos sabores y es un momento para compartir con los demás participantes las opiniones acerca de la experiencia y sorpresas que el recorrido conlleva.
Esto lleva a la conclusión que lo bien planificado con un trabajo en equipo tanto de la Secretaria de Turismo, el INAH, la Tour Operadora que organiza y los participantes, se vive la observación sideral de una manera muy especial, ya que en esta actividad muestra cómo es que todo lleva un sentido común entre la zona arqueológica, sus asentamientos, la conexión del ser humano, la base de los fenómenos astrónomos que servían como guía para las actividades que en el pasado se realizaban y combinada con los avances tecnológicos del presente, podemos entender aún mejor un lugar de misterio e historia.
Es aquí donde un lugar toma sentido y vida de una manera mágica pero responsable ya que la zona arqueológica es cuidada de una manera excepcional y los participantes la cuidan por igual. Por otro lado los viajeros seguimos buscando experiencias autenticas y esta es una de ellas, ya que nos dejan un grato recuerdo pero también esa conexión entre lo memorable al pasado y el presente que nos toca por vivir. Que los niños descubran esta parte de misterio que la mayoría de las veces desconocen. Los adultos mayores recuerden sus vivencias, las anécdotas contadas por sus padres y sobre todo el acogimiento ya que les tocá vivir un cambio a la era moderna.
Sin duda Zacatecas con su rostro de cantera y corazón de plata, bajo las estrellas del universo deslumbra a todo integrante de la familia.
¡Viajemos todos por México, vivamos Zacatecas!