México es un país con una diversidad impresionante de paisajes y cultura. Somos conocidos por nuestras hermosas playas, ciudades coloniales, al igual que por nuestras zonas naturales y arqueológicas, las cuales atraen a millones de turistas nacionales y extranjeros año con año.
Según el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) a través del sistema de DATATUR, el año pasado entre enero y noviembre hubo un total de 9,676,002 visitantes nacionales y 4,847,543 visitantes extranjeros a las zonas arqueológicas, entre las cuales las tres principales fueron: Teotihuacán en el Estado de México, Chichén Itzá en Yucatán y Tulum en Quintana Roo; todas ellas ubicadas en el centro y sur del país.
Sin embargo, existe una gran cantidad de zonas arqueológicas en el país que son menos conocidas, pero forman parte importante de la historia y el patrimonio de México; una de ellas está ubicada al norte de México, en el Estado de Chihuahua, la cual, según el INAH, fue declarado Patrimonio Cultural de la Humanidad por La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) en el año de 1998, su nombre es: “Paquimé”, que en Náhuatl significa “Casas Grandes”, llamada así al igual que el pueblo mágico que la alberga.
La zona de Paquimé llegó a ser un punto importante en las relaciones comerciales entre Mesoamérica y América del Norte; además contaban con un excelente sistema de manejo del agua y una arquitectura peculiar, según el INAH. Esta cultura se caracterizó por sus construcciones hechas de adobe, sus casas de cuatro pisos de altura, al igual que por sus particulares puertas pequeñas en forma de “T”, de las que ahora quedan sus ruinas.
Al recorrer esta zona arqueológica podrás admirar las ruinas de lo que fue la “Cultura de las Casas Grandes”; te encontrarás con la “Casa de los Hornos” y la “Casa de las Serpientes”, conformadas por los vestigios de cuartos y plazas construidas con su particular arquitectura; conocerás la “Casa de las Guacamayas”, en dónde se llegaron a encontrar restos de aves, asimismo, podrás observar las plazas que utilizaban para sus juegos de pelota.
De igual forma, podrás encontrar el Museo de las Culturas del Norte, en el cuál se muestra la historia de la cultura de Paquimé, además de la historia de otros sitios arqueológicos del norte del país y del sur de Estados Unidos; podrás admirar representaciones de lo que fueron sus construcciones, sus costumbres, encontrarás expuestos los restos de los objetos que utilizaban en su vida diaria y en sus ceremonias religiosas, así como la preciosa artesanía de cerámica tan representativa de esta cultura, la cual ha sido llevada a la fama por el Sr. Juan Quezada en una localidad cercana llamada Mata Ortiz.
El museo cuenta con una tienda de souvenirs, dónde podrás encontrar algún lindo recuerdo de tu visita, comprar una de las famosas Ollas de Paquimé, y hasta probar el delicioso Sotol chihuahuense con veneno de víbora de cascabel.
El museo está abierto de martes a domingo, de 8am a 5pm y la entrada tiene un costo de $75 pesos, la cual te incluye la visita a las ruinas.
Visitar Paquimé es una experiencia increíble, es encontrar un sitio arqueológico diferente a los demás, pero con una belleza excepcional; paseando por este laberinto de ruinas descubrirás lo que fue una de las culturas más importantes del norte, conocerás otra cara de la historia prehispánica de México.
Una experiencia que nunca olvidarás… ¿te animas a conocerlo?